El flujo migratorio desde Alemania a Latinoamérica, iniciado en el siglo XIX, dejó un profundo legado culinario que hoy recorre mercados y hogares de Paraguay, Chile, Brasil y Venezuela ABC.
En Venezuela, la Colonia Tovar conserva encurtidos y salchichas impregnados de especias tropicales; en el sur de Chile, los kuchen se reinventan con frutas nativas como maqui y murta; y en Brasil, el tradicional strudel adopta el mamón para ganar un toque dulce y crujiente ABC.
En Paraguay, las localidades de San Bernardino y Areguá, asentamientos de colonias alemanas desde finales del XIX, ofrecen panes de centeno, bollos rellenos de crema y tortas de frutas que conviven con la chipa y el mbejú. Carnicerías y ferias locales exhiben embutidos artesanales como bratwurst y jamones curados, y la cerveza artesanal rescata la tradición cervecera germana en eventos culturales y turísticos ABC.