Un origen milenario
Conocida popularmente como gallina sedosa japonesa o Silkie, esta raza aviar surgió hace siglos en China y fue descrita por Marco Polo en el siglo XIII como un “pollo peludo”. Tras llegar a Europa y América, su aspecto exótico y docilidad la convirtieron en un ave ornamental de alto valor. ABC
Rasgos físicos sin igual
La Silkie destaca por un plumaje sedoso sin barbillas que emula el pelo, una hiperpigmentación interna que oscurece piel, huesos y órganos (fibromelanosis) y polidactilia que le otorga cinco dedos en cada pata.
Mutaciones genéticas clave
El rasgo más llamativo, la fibromelanosis, se explica por una duplicación en el cromosoma 20 que altera la expresión del gen EDN3, intensificando la migración de melanocitos. Además, mutaciones en genes de queratinización modifican la estructura del plumaje y la polidactilia se vincula a variaciones en el regulador SHH. ABC
Usos culturales y cuidados
En la medicina tradicional china, la carne de la Silkie se utiliza por sus supuestas propiedades regenerativas, mientras que su instinto maternal la hace ideal como ave incubadora y mascota. Debido a su plumaje no impermeable, requiere un entorno seco, limpio y seguro para evitar infecciones. ABC
Implicaciones para la ciencia
El análisis de esta raza aporta conocimientos sobre la evolución del plumaje en aves, la regulación genética de la pigmentación y los mecanismos de morfogénesis, posicionando a la Silkie como un modelo vivo para la investigación en genética evolutiva y biología celular. ABC