El GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (MOP) es la bomba antibúnker más avanzada del Ejército de Estados Unidos, diseñada para destruir objetivos subterráneos protegidos por metros de hormigón y acero. Con un peso de aproximadamente 13,6 toneladas y equipada con sistemas de guía GPS/INS, puede penetrar hasta 60 metros de rocas o 6 metros de concreto reforzado antes de detonar.
Según informes, Israel ha solicitado a Washington disponer de esta ojiva para neutralizar la densa red de túneles y búnkeres de la Franja de Gaza, utilizados por grupos armados como Hamas. El uso del GBU-57/B podría cambiar la estrategia de ataques, al permitir impactos más precisos y mayores niveles de destrucción en estructuras subterráneas.
El desarrollo del MOP comenzó en la década de 2000, a cargo de Boeing y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE.UU., tras la necesidad de contar con un arma capaz de alcanzar bunkers profundos y depósitos de armas enterrados. Su primer despliegue operativo fue en 2017, durante misiones en Afganistán.
Expertos advierten que, aunque su precisión reduce el daño colateral en la superficie, la magnitud de su explosión y la profundidad de penetración plantean riesgos humanitarios y legales si se emplea cerca de zonas civiles. Por ello, la aprobación para su uso requiere de un riguroso análisis político y militar en la Casa Blanca y el Pentágono.
Fuente: ABC
