Una investigación difundida en la revista Science indica que el gen ‘pla’ de la bacteria Yersinia pestis, responsable de la peste bubónica, contribuyó a prolongar dos de las tres grandes pandemias históricas: la del siglo VI en la cuenca mediterránea y la conocida como peste negra en Europa entre 1347 y 1352, que se extendió por más de 500 años. ABC
El rol del gen ‘pla’ en la virulencia
El gen ‘pla’ actúa como factor de virulencia al permitir que la bacteria viaje a los ganglios linfáticos, donde se multiplica antes de causar septicemia. Los investigadores del Instituto Pasteur en Francia analizaron cepas históricas y modernas, descubriendo que un mayor número de copias de este gen prolonga el periodo de contagio y eleva la transmisión en poblaciones dispersas.
Metodología y hallazgos en modelos animales
En colaboración con la Universidad McMaster (Canadá), los científicos, liderados por Hendrik Poinar, realizaron estudios en modelos de ratón de peste bubónica. La reducción de copias del gen ‘pla’ mostró una disminución del 20 % en la mortalidad y extendió la duración de la infección, lo que sugiere una evolución independiente del patógeno en cada pandemia.
Relevancia para la salud pública actual
Aunque hoy la peste es una enfermedad rara gracias a antibióticos y diagnóstico temprano, la mayoría de las cepas actuales en África, Asia y América siguen siendo altamente virulentas. Este estudio aporta claves sobre la persistencia y extinción de pandemias, convirtiendo a la peste en un modelo para comprender mejor la dinámica de brotes y su control.