Los gobiernos de América Latina han iniciado una serie de acciones coordinadas para aprovechar el potencial de la inteligencia artificial (IA) en sectores clave como la salud, la educación y la industria. En Paraguay, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC) convocó esta semana a expertos nacionales e internacionales para diseñar un plan estratégico de IA que, según las autoridades, servirá de guía para el desarrollo de proyectos públicos y privados.
Argentina, por su parte, anunció la creación de un Comité Consultivo de Inteligencia Artificial integrado por representantes del sector académico, empresas de base tecnológica y organizaciones de la sociedad civil. El objetivo es definir estándares éticos y técnicas de gobernanza que aseguren una implementación transparente y responsable de estas herramientas.
En Chile, el gobierno de Sebastián Piñera presentó un borrador de ley para regular el uso de algoritmos en procesos estatales, especialmente en sistemas de salud y justicia. Según ABC, esta normativa incluiría mecanismos de auditoría y evaluación de sesgos, alineándose con las recomendaciones de organismos internacionales.
Especialistas destacan que la rápida evolución de la IA plantea desafíos sobre privacidad, seguridad y empleo. Por ello, las iniciativas regionales apuntan no solo a fomentar la innovación, sino también a crear marcos regulatorios sólidos que protejan a la ciudadanía y promuevan la competitividad de las economías latinoamericanas en el escenario global.