Los dos principales gremios de transportistas de Paraguay anunciaron el jueves 19 de junio que, de no recibir en un plazo de 10 días los 9,4 millones de dólares adeudados por los subsidios de abril y mayo, procederán a colapsar el transporte público con reguladas o incluso una suspensión total del servicio.
Según los empresarios, el retraso en la actualización de los coeficientes de la tarifa técnica agrava la crisis, pues esperan un ajuste cercano al 30 % que elevaría aún más el monto requerido en concepto de subsidios. Por su parte, el Gobierno —a través del viceministro de Transporte Emiliano Fernández— afirmó que la deuda real asciende a 3,8 millones de dólares por abril y aseguró que esta semana regularizarán dicho pago, mientras el desembolso correspondiente a mayo aún está dentro del plazo previsto. abc
El enfrentamiento repercute directamente en los pasajeros del área metropolitana, quienes dependen del transporte público y sufren un servicio marcado por la inseguridad y la imprevisibilidad. Expertos advierten que un sistema eficiente requiere no solo subsidios puntuales, sino una política de largo plazo que incluya renovación de flotas, itinerarios coordinados, tarifas integradas y un plan maestro que garantice la estabilidad.
Hasta ahora, los subsidios han servido para amortiguar el impacto en el bolsillo de los usuarios, pero no han logrado resolver las deficiencias estructurales. En un contexto de crecientes embotellamientos y alta demanda, la discusión sobre el financiamiento y la gestión integral del sistema de colectivos se posiciona como un tema central para la calidad de vida en Asunción y su área metropolitana.
Fuentes originales
https://www.abc.com.py/opinion/2025/06/22/una-nueva-pero-antigua-amenaza/