En el Estadio Defensores del Chaco de Asunción, tras el pitazo final del amistoso de la selección paraguaya, el técnico Gustavo Alfaro y el joven delantero Julio Enciso se fundieron en un emotivo abrazo que rápidamente se viralizó en redes sociales.
Enciso, de 20 años, había abierto el marcador con un remate cruzado al minuto 32, demostrando su instinto goleador y poniendo al conjunto guaraní en ventaja. Al concluir el partido, el futbolista corrió hacia el banco de suplentes en busca del abrazo de Alfaro, quien respondió con un gesto de reconocimiento y confianza en el futuro de la plantilla.
“Es un chico con muchísimo talento y compromiso. Este abrazo es un reflejo de la química que buscamos dentro del grupo”, afirmó Alfaro al término del encuentro, según informó La Nación.
El incidente encendió a los aficionados paraguayos, que celebraron la complicidad entre cuerpo técnico y jugadores. Este tipo de gestos adquieren relevancia no solo por el impacto mediático, sino también por el mensaje de unidad que envían de cara a las próximas competiciones continentales.
