El pasado sábado, la Fuerza Aérea de Israel lanzó ataques contra instalaciones militares en Teherán, incluyendo el depósito de petróleo de Shahran, en respuesta a los misiles disparados por Irán hacia territorio israelí. ABC informó que el bombardeo provocó un aparatoso incendio en la capital iraní.
Minutos después de los bombardeos, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, publicó en la red social X: “Arde Teherán”, ratificando la amenaza emitida contra la República Islámica si continuaba el lanzamiento de misiles al frente interno de Israel.
Según un comunicado oficial del Ejército israelí, la operación busca neutralizar la quinta oleada de cohetes iraníes. Las alarmas antiaéreas sonaron especialmente en Haifa, tercer núcleo económico de Israel, donde se ubican centrales energéticas y una refinería de petróleo.
En Irán, los ataques han dejado al menos 90 muertos y más de 55 heridos, concentrados en la provincia de Azerbaiyán Oriental, afectada por bombardeos en la mañana del sábado. Los objetivos incluyeron sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos y presuntos puestos de mando de la Guardia Revolucionaria.
Este escalamiento marca un nuevo capítulo en la tensión entre ambos países, tras los avances en el programa nuclear iraní y las reiteradas advertencias de Jerusalén sobre la amenaza balística proveniente de Teherán.