Ituzaingó, localidad ubicada en la provincia de Corrientes, Argentina, frente a Ayolas (Paraguay), se ha consolidado como uno de los destinos más destacados para el avistamiento de aves en Sudamérica. Con más de 25 kilómetros de playas sobre el río Paraná y una biodiversidad que supera las 350 especies, este enclave natural combina belleza escénica y conservación ambiental.
Un refugio para más de 350 especies
La región alberga humedales, esteros, pastizales y bosques ribereños donde es posible observar ejemplares emblemáticos como el cardenal amarillo en peligro de extinción, la enigmática yacutinga y el colorido yetapá grande. Según ABC Color, ornitólogos y fotógrafos profesionales programan sus viajes para registrar estos encuentros únicos.
Zonas imperdibles y turismo sostenible
Entre los recorridos recomendados destacan el Parque Nacional Iberá y la Reserva Natural Iberá, con senderos guiados por expertos locales, y las riberas del Paraná, ideales para avistaje de aves acuáticas y migratorias. El Centro de Interpretación de Aves del Iberá ofrece información didáctica, estaciones interactivas y guías especializadas, convirtiéndose en punto de partida para la experiencia.
Impacto local y conservación
El crecimiento del ecoturismo en Ituzaingó ha promovido la creación de servicios turísticos responsables, generando beneficios directos a las comunidades y fortaleciendo proyectos de educación ambiental. Investigadores utilizan la zona como laboratorio natural para estudios de comportamiento y migración, consolidando a Ituzaingó como modelo de equilibrio entre desarrollo y preservación.