En una declaración oficial emitida el martes 27 de mayo, el portavoz del Kremlin acusó a varios países europeos de participar indirectamente en la guerra en Ucrania al proveer armamento a Kiev, lo cual —aseguran— “no ayuda a la consecución de un arreglo pacífico”. Según Moscú, esta asistencia militar eleva la intensidad del conflicto y complica las negociaciones de paz.
Las críticas apuntan especialmente a naciones de la Unión Europea que han entregado sistemas de defensa antiaérea, vehículos blindados y municiones avanzadas. El Kremlin sostiene que dicha cooperación militar viola los principios de neutralidad y arrastra a Europa a una confrontación directa con Rusia.
Analistas internacionales advierten que el endurecimiento de las posturas podría aumentar el riesgo de un enfrentamiento de mayor escala. El gobierno ruso instó a la comunidad internacional a cesar el envío de armas y a reanudar un diálogo diplomático sin condiciones previas. abc