Ypané, 4 de junio de 2025.– Durante la preparación de la Selección Paraguaya para el penúltimo combo de Eliminatorias sudamericanas, un encuentro inesperado se robó las miradas en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARDE) de Ypané. Julito, un pequeño aficionado, entregó a Gustavo Alfaro un rosario con profundas connotaciones de fe.
El “Profe” Alfaro, reconocido por su cercanía con la hinchada, recibió el obsequio con emoción. “Muchas gracias por el regalito que me diste, lo tengo al lado en la mesita de luz”, confesó el director técnico argentino al reencontrarse con el niño días después en el mismo predio.
Un vínculo más allá de lo deportivo
Este gesto de pura inocencia subraya el vínculo inquebrantable que Alfaro ha forjado con los paraguayos de todas las edades. Detalles como el rosario de Julito y otros regalos de simpatizantes refuerzan la esperanza de la afición albirroja, que sueña con clasificar, después de 16 años, al Mundial de selecciones.
La emotiva escena, que trasciende la cancha, demuestra que el fútbol en Paraguay es un motor de unidad y pasión popular. ABC