En un mundo donde los destinos turísticos suelen estar abarrotados, aún quedan lagos que conservan su belleza intacta y ofrecen aventuras inolvidables. Desde América del Norte hasta Oceanía, estos cuerpos de agua destacan por sus paisajes de ensueño, aguas cristalinas y entorno natural, perfectos para quienes buscan un viaje diferente. Según abc, estos son algunos de los más recomendados:
Lago Khuvsgul (Mongolia): Conocido como el “Ojo Azul de Mongolia”, este lago de origen glaciar está rodeado de montañas y bosques vírgenes. Su agua increíblemente pura y la baja densidad de visitantes lo convierten en un paraíso para el kayak y la pesca.
Lago Tekapo (Nueva Zelanda): Famoso por su intenso color turquesa, el lago se encuentra en la región de los Alpes del Sur. Por las noches, su cielo oscuro y limpio ofrece uno de los mejores lugares para la observación de estrellas en el hemisferio sur.
Lago Leitisvatn (Islas Feroe): También llamado Sørvágsvatn, este lago impresionante parece colgar sobre el océano Atlántico cuando se observa desde ciertos miradores. Su silueta y la vegetación que lo rodea son un escenario privilegiado para el senderismo y la fotografía paisajística.
Para aprovechar al máximo la visita a estos lagos, se recomienda planificar con antelación, informarse sobre la temporada de acceso y respetar las normas de conservación. Optar por alojamientos locales y servicios eco-friendly ayuda a mantener intactos estos rincones remotos. Con buena planificación, podrás disfrutar de aguas cristalinas, tranquilidad absoluta y paisajes de postal sin encontrarte con hordas de turistas.