América Latina ofrece algunas de las mejores experiencias para los amantes del café. Estas cinco rutas combinan tradición, innovación y paisajes inolvidables, invitando a recorrer fincas centenarias, volcanes y valles sagrados mientras se conoce el ciclo completo del café, de la semilla a la taza. (Fuente: ABC)
Eje Cafetero, Colombia
Integrado por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, el Eje Cafetero está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En pueblos como Salento o Manizales se conocen los procesos de cultivo y se participa en catas guiadas, mientras las fincas abren sus puertas para mostrar cada paso del café. Además, el Parque del Café combina museo al aire libre y atracciones temáticas para toda la familia.
Ruta del Café, El Salvador
Las regiones de Apaneca–Ilamatepec y El Bálsamo–Quezaltepec ofrecen una experiencia íntima en haciendas centenarias. Aquí se camina entre bosques nublados, se conoce a pequeños productores y se prueban cafés de altura reconocidos internacionalmente por su sabor intenso.
Boquete, Panamá
Al pie del volcán Barú, Boquete es la cuna del prestigioso café Geisha. Las fincas boutique permiten conversar con los productores y degustar lotes que baten récords en subastas. El entorno natural, con senderos como el Sendero de los Quetzales, completa la visita.
Cerrado Mineiro, Brasil
En el estado de Minas Gerais, Cerrado Mineiro combina tecnología y sostenibilidad. Las plantaciones de alta producción reciben a los visitantes con recorridos por laboratorios, charlas de expertos y degustaciones que resaltan el perfil suave y afrutado del café brasileño, acompañado de vinos locales y festividades típicas.
Cusco y Valle Sagrado, Perú
Más allá de Machu Picchu, Cusco guarda fincas de café andino en el Valle Sagrado. Comunidades quechua conservan métodos ancestrales para cultivar granos orgánicos en terrazas milenarias. El resultado es un café aromático e intenso, con identidad propia y profundo vínculo cultural.
Recorrer estas rutas del café en América Latina permite vivir una experiencia sensorial completa: desde la historia y la tradición hasta la innovación y la sostenibilidad. Cada destino revela el orgullo y la pasión de sus productores, invitando a turistas y aficionados a saborear el verdadero espíritu cafetero del continente.
