El 3 de junio de 2025, Lee Jae-myung, líder del Partido Demócrata, se convirtió en el próximo presidente de Corea del Sur al lograr el 51,7% de los votos, según los sondeos de boca de urna divulgados por las cadenas KBS, MBC y SBS ABC.
Su rival conservador, Kim Moon-soo, obtuvo el 39,3% de los sufragios en una jornada que registró una participación del 77,8%, la cifra más alta en décadas. La elevada movilización refleja el deseo de los electores de superar el caos político provocado por el intento fallido del presidente saliente Yoon Suk Yeol de imponer la ley marcial en diciembre de 2024.
El nuevo mandatario asume el poder en un momento de fuerte tensión externa e interna. Deberá afrontar los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre productos surcoreanos, una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y la creciente beligerancia militar de Corea del Norte.
La victoria de Lee Jae-myung abre una nueva etapa para la cuarta economía de Asia, donde la sociedad espera un cambio de rumbo que restituya la estabilidad institucional y refuerce el crecimiento económico tras meses de incertidumbre política.
Analistas coinciden en que el mandato de Lee estará marcado por la necesidad de reconstruir puentes con el Congreso, controlar la inflación y revitalizar el comercio exterior, retos clave para consolidar la confianza ciudadana y reposicionar a Corea del Sur en el tablero regional.