El pasado 28 de mayo, un vehículo irrumpió en la concurrida calle Water Street del centro de Liverpool, embistiendo a varios transeúntes antes de ser interceptado por la policía local. Según fuentes oficiales, el conductor fue sometido a pruebas toxicológicas que confirmaron la presencia de sustancias ilícitas en su organismo. La Nación.
Agentes de la policía británica establecieron un cordón de seguridad en el lugar del suceso y procedieron a la detención del sospechoso, que permanece bajo custodia mientras se esclarecen las circunstancias del atropello. Las autoridades locales iniciaron una investigación para determinar posibles responsabilidades adicionales y evaluar el estado de las personas afectadas.
El incidente ha puesto de relieve la preocupación por la seguridad vial y el uso de sustancias prohibidas al volante en el área metropolitana de Liverpool. Las fuerzas del orden han reforzado los controles preventivos en puntos estratégicos de la ciudad para evitar sucesos de similares características.