El 30 de mayo de 2025, Luis Enrique Martínez García fue presentado oficialmente como director técnico del Paris Saint-Germain (PSG), con el reto de consolidar al equipo en la élite europea tras años de promesas incumplidas. Su nombramiento supone el inicio de una «revolución» en el club parisino, marcada por un bloque ofensivo de toque rápido y presión alta.
Conocido por su paso exitoso como jugador en el FC Barcelona y su etapa al frente de La Roja, donde ganó la Eurocopa 2012 y la Liga de Naciones 2021, Luis Enrique aporta una hoja de ruta que prioriza la verticalidad y la cohesión grupal. «Vengo a este proyecto con la misma ambición de siempre: competir y ganar», afirmó en la rueda de prensa de presentación.
Detrás de su carácter enérgico existe una historia de vida dura y emotiva. Nacido en Gijón, Luis Enrique superó las carencias de su infancia y, años más tarde, afrontó la tragedia familiar de perder a su hija Xana en 2019. Estas experiencias lo forjaron como líder y le enseñaron a gestionar la presión en los momentos más críticos.
En su primera entrevista como entrenador del PSG, el técnico asturiano destacó la importancia del compromiso colectivo y la ambición sin límites. «Este club tiene materia prima excepcional; mi tarea es convertir el talento en resultados», agregó.
La afición parisina, deseosa de un título de Champions League, confía en que la mezcla de juventud y experiencia que propone Luis Enrique dé frutos inmediatos. El calendario ofrece un inicio estimulante: la Ligue 1 arranca en agosto y en septiembre el equipo disputará la fase de grupos de la Champions.
Con este nuevo proyecto, el PSG apuesta por un perfil que combina éxitos deportivos y resiliencia personal, instalando a Luis Enrique como el líder de la revolución que los hinchas reclamaban desde hace años.
Fuente: La Nación
