La Oficina de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) publicó recientemente una lista actualizada de sus objetivos prioritarios, en la que figura Mario Marset, acusado de liderar una red de narcotráfico con ramificaciones en Paraguay y el Cono Sur. El organismo federal ofrecen una recompensa de hasta USD 2 millones por cualquier información que conduzca a su captura y condena.
El anuncio, hecho público el 29 de mayo por La Nación, subraya la importancia de la cooperación binacional para desarticular organizaciones criminales trasnacionales. Según la DEA, Marset estaría vinculado al tráfico de grandes cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos y Europa, utilizando rutas terrestres desde Paraguay hasta puertos marítimos.
Las autoridades estadounidenses detallan que las informaciones deben remitirse de manera anónima a través de los canales establecidos por la DEA, garantizando la seguridad del informante. Además de la recompensa monetaria, se destaca que cualquier asistente en la investigación podría beneficiarse de inmunidad o reducción de cargos, dependiendo de la relevancia de los datos aportados.
En Paraguay, organismos de seguridad han reforzado los controles en fronteras terrestres y fluviales, en coordinación con agencias de otros países de la región. Analistas coinciden en que este tipo de recompensas suele acelerar procesos de inteligencia y llevar a detenciones clave, aunque también aumenta el riesgo de represalias dentro de las estructuras criminales.
El caso de Mario Marset se suma a otros operativos de alto perfil que buscan desmantelar las redes logísticas del narcotráfico en Sudamérica. La DEA insiste en la utilización de plataformas seguras para el envío de pistas y recuerda que la lucha contra las drogas es un desafío que trasciende fronteras nacionales.
