Austria amaneció consternada este miércoles tras el tiroteo ocurrido en una escuela secundaria de Graz, que dejó diez muertos y 11 heridos antes de que el autor se quitara la vida. El ataque, el más grave en Austria desde la Segunda Guerra Mundial, ha reavivado el debate sobre la tenencia de armas en el país.
Según ABC, el agresor, identificado por la prensa local como Arthur A., ingresó a las 10:00 al instituto con una pistola y un rifle y disparó en dos aulas contra alumnos y profesores durante 17 minutos.
Familiares y testigos relataron que varias víctimas recibieron disparos en la cabeza, mientras algunos estudiantes salvaron la vida haciéndose pasar por muertos. El diario Kronenzeitung informó que una docente logró cerrar la puerta de su aula y alertar a su esposo sobre la situación: “Estamos a salvo pero la situación es dramática. Están disparando todo el tiempo”.
Tras el ataque, el supuesto autor se suicidó en un baño del colegio. La policía registró su domicilio y encontró una carta de despedida sin pistas claras sobre sus motivaciones.
En respuesta, el gobierno austríaco declaró tres días de luto nacional y la selección de fútbol jugó con brazaletes negros tras guardar un minuto de silencio. La alcaldesa de Graz, Elke Kahr, del partido comunista KPÖ, exigió revisar las leyes de armas: “Es demasiado fácil conseguir armas a una edad tan temprana. Un arma no es un juguete, en caso de emergencia mata”.
Austria es uno de los países europeos con mayor número de armas per cápita. Entre 2018 y 2025, el parque armado creció de un millón a más de 1,5 millones de unidades, según datos citados por el diario Die Presse. Más de 380.000 propietarios registran hoy armas de fuego, principalmente para caza tradicional.
Expertos entrevistados por la televisión pública ORF señalaron que, al haber cumplido 18 años, el agresor pudo adquirir el rifle sin mayores dificultades, y que superó las pruebas psicológicas para obtener la pistola.
El suceso ha despertado preguntas sobre posibles señales de alerta previas y la necesidad de fortalecer los controles. Mientras tanto, miles de ciudadanos depositaron velas en la plaza central de Graz y la comunidad educativa publicó mensajes de apoyo en redes sociales: “Fue un día terrible que nos conmovió profundamente. Sigamos unidos y apoyándonos mutuamente”, publicó la dirección del instituto.
