El domingo 1 de junio, México celebró la primera elección popular de jueces y magistrados del Poder Judicial, un proceso histórico con más de 84.000 casillas instaladas y 2.681 cargos en disputa, de los cuales 881 son de carácter federal. Según ABC, esta reforma busca fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema judicial.
La presidenta Claudia Sheinbaum inauguró la jornada votando en el centro de la Ciudad de México y celebró la cita con un “¡viva la democracia!”. No obstante, colectivos académicos y asociaciones de la oposición han criticado la complejidad de las boletas y alertado sobre el riesgo de politizar la justicia.
Ciudadanos como María Paz González, de Michoacán, vieron en el voto una oportunidad para combatir la corrupción, mientras su hija Xóchitl Sofía Pérez destacó la menor afluencia comparada con los comicios presidenciales de 2024. En paralelo, manifestantes liderados por Julieta Elizondo, de 80 años, marcharon del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución para rechazar lo que califican de “farsa electoral”.
La confusión fue una constante: votantes como Juan Rodríguez, de 64 años, admitieron elegir candidatos por familiaridad tras verlos en la televisión, y Remedios Torres, de 30, criticó la extensión de las boletas calificándolas de “pérdida de tiempo”. Las encuestas preliminares estiman una participación de entre el 10 % y el 20 %.
Expertos en derecho y organismos internacionales han pedido más difusión para los electores y han advertido sobre el posible influjo del crimen organizado en el nuevo sistema de elección judicial. Para ampliar información, consulte Día histórico en México: por voto popular eligen a todos los jueces de ABC.