Durante la sesión de la Comisión de Infraestructura del Senado en Brasilia, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, protagonizó un cruce de palabras con el senador Marcos Rogério y otros legisladores que respaldan la construcción de una nueva ruta en la Amazonía.
Silva advirtió sobre los riesgos ambientales que implica la apertura de carreteras en zonas vírgenes, subrayando el potencial aumento de la deforestación y el impacto negativo en comunidades indígenas. Por su parte, Rogério defendió la obra como clave para potenciar el desarrollo regional y mejorar la conectividad comercial de los estados amazónicos.
El debate, que según relataron testigos se tornó “tenso y prolongado”, forma parte de la discusión más amplia sobre la política de conservación y la expansión de infraestructuras en la región. La ministra destacó la necesidad de estudios de impacto rigurosos antes de avanzar con cualquier iniciativa, mientras que los senadores solicitaron plazos concretos para la ejecución del proyecto.
La controversia se enmarca en un escenario de crecientes presiones por preservar el bioma amazónico, equilibrando intereses económicos y ambientales. Las conclusiones de esta comisión definirán los próximos pasos del Ejecutivo y el Congreso en torno a la ruta amazónica.
Fuente: La Nación