En la madrugada del 14 de junio, Irán llevó a cabo una tercera y cuarta oleada de ataques con misiles dirigidos contra distintas zonas de Israel, en respuesta a la operación de bombardeos israelíes en instalaciones nucleares y militares persas del día anterior. Según el cuerpo de emergencias Magen David Adom, al menos 13 personas resultaron heridas en las llanuras costeras israelíes, dos de ellas en estado crítico y grave, mientras que el resto presenta lesiones de leve a moderado.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que, aunque un edificio en Tel Aviv quedó casi destruido tras el impacto, la mayor parte de los heridos en la ciudad sufrieron lesiones leves gracias a la activación de las alertas antiaéreas y las instrucciones emitidas a los civiles. “Hay relativamente pocos heridos, todos leves, considerando la destrucción masiva”, declaró el comandante de las FDI en el distrito de Tel Aviv.
El Ejército israelí añadió que interceptó varios de los proyectiles lanzados desde Irán y que sus equipos de búsqueda y rescate trabajan en varios puntos del país donde hay informes de impactos. Mientras tanto, medios iraníes reportaron explosiones en distintos sectores de Teherán, incluyendo su aeropuerto, aunque no hay confirmación oficial de que fueran ataques israelíes.
Este nuevo episodio de escalada se produce tras la ofensiva israelí del viernes contra objetivos nucleares persas, que dejó alrededor de 70 fallecidos y dañó varias plantas de enriquecimiento de uranio en Irán. El conflicto regional continúa sumando tensión en una de las zonas más volátiles del Medio Oriente.