Simpatizantes de la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se movilizaron ayer por la tarde en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para manifestar su rechazo a la condena de seis años de prisión domiciliaria por administración fraudulenta en contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz. La acción fue convocada por el partido peronista bajo el lema “Argentina con Cristina” y reunió a partidos políticos, organizaciones sociales y sindicatos de diversas provincias. ABC
El operativo de seguridad desplegado por la Policía incluyó retenes en rutas de acceso a la capital, donde se aplicó un nuevo protocolo que permite requisar vehículos sin orden judicial. Dirigentes opositores denunciaron que estas medidas buscan desalentar la asistencia de delegaciones de provincias como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
La líder kirchnerista, condenada por la Justicia federal tras investigaciones sobre corrupción en Santa Cruz, obtuvo prisión domiciliaria el martes, lo que le evitó presentarse ante tribunales y desactivó la marcha que planeaba acompañarla desde su residencia hasta el juzgado. Aun así, la protesta se mantuvo en pie, con el objetivo de exigir su libertad y denunciar lo que califican de proscripción política.
El senador Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los principales convocantes, afirmó en sus redes sociales que la condena constituye un “ataque a la voluntad popular” y advirtió que seguirán movilizados hasta que la Corte Suprema revise el fallo definitivo.
La concentración de ayer marca una nueva etapa en la crisis política argentina, en la que sectores del peronismo y organizaciones sociales intensifican las protestas frente a un Gobierno acusado de utilizar el aparato judicial con fines partidarios.
