En una reciente comparecencia, un alto dirigente del oficialismo lanzó duras críticas contra sectores de la oposición al asegurar que “hay opositores que se parecen mucho a los colorados y tienen los mismos malos hábitos”. Con esta declaración, el vocero buscó marcar distancia entre la agenda de su partido y las estrategias que, a su juicio, repiten los vicios tradicionales del Partido Colorado.
La afirmación encendió el debate político, pues la oposición rechazó la acusación y la calificó de recurso para desviar la atención de los cuestionamientos internos al gobierno. El intercambio de reproches subraya la creciente polarización que atraviesa el país de cara a los próximos comicios electorales.