El ciclo menstrual no solo regula la fertilidad, sino también el equilibrio de energía, deseo y placer en el cuerpo de la mujer. Durante la fase menstrual, la sangre y el reposo son prioritarios mientras la hormona progesterona baja, lo que puede generar menor vitalidad. Se recomienda foco en alimentación rica en hierro y descanso activo para recuperarse de manera más cómoda. abc
Al entrar en la fase folicular, el estrógeno comienza a repuntar, aumentando el estado de alerta y la chispa emocional. Es un buen momento para retomar actividades físicas moderadas y experiencias sensoriales que estimulen el placer, como masajes o baile.
La ovulación dispara el nivel máximo del estrógeno y la testosterona, traducido en un pico de energía, deseo sexual y capacidad para el placer. Se aconseja aprovechar la mayor vitalidad para ejercicios intensos y encuentros íntimos más apasionados.
Finalmente, en la fase lútea la progesterona vuelve a subir, favoreciendo la sensación de calma y cuidado interno. Opta por prácticas de autocuidado como yoga, baños relajantes y alimentos ricos en magnesio para equilibrar el ánimo y prevenir el síndrome premenstrual.