Mientras el Poder Ejecutivo se apresta a oficializar un reajuste del Salario Mínimo Legal de apenas 3,6%, equivalente a G. 100.769, sindicatos y trabajadores alertan sobre un inminente “golpe” al bolsillo derivado de las constantes subas en el precio de los combustibles y la presión de transportistas para aumentar un 30% la tarifa técnica del pasaje, advirtieron fuentes gremiales.
Según Bernardo Rojas, representante de los trabajadores en el Consejo Nacional de Salario Mínimo (Conasam), este incremento no compensa la pérdida real del poder adquisitivo, estimada en un 24% en el último año. “El reajuste, por debajo del encarecimiento de alimentos y servicios esenciales, no refleja la realidad de la canasta básica”, señaló Rojas en declaraciones recogidas por ABC Color.
En el mismo periodo, varias firmas privadas aplicaron aumentos de entre G. 700 y G. 850 por litro en todos los combustibles, mientras que transportistas exigen un ajuste del 30% en la tarifa técnica para compensar costos, medida que implicaría un mayor gasto en subsidios estatales si no se trasladan al usuario final.
La Ley 5764/15 dispone que el reajuste anual del salario mínimo se base en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero los expertos sugieren debatir nuevos métodos de retribución que reflejen mejor el costo de vida real. Hasta el 2016, el salario mínimo creció un 47% y los alimentos un 72,6%.
Los trabajadores anunciaron que llevarán sus reclamos al despacho de la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, y esperan un gesto de voluntad política del presidente de la República antes de la firma del decreto que formalizará el ajuste.