En el actual ciclo de Eliminatorias sudamericanas rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026, la Selección Paraguaya presenta un curioso contraste: registra la posesión de balón más baja de la competencia, con un promedio de apenas 41%, pero lidera el ranking de remates totales con 110 disparos en 10 partidos disputados. La Nación.
A pesar de ceder la posesión, Paraguay ha demostrado eficacia ofensiva, con 28 remates al arco que ilustran su apuesta por el contragolpe y la presión tras pérdida. El cuerpo técnico albirrojo ha priorizado la solidez defensiva y la verticalidad en el ataque, lo que explica un promedio de 11 disparos por encuentro, cifra que supera a selecciones tradicionales como Argentina y Brasil.
Este modelo de juego ha dejado resultados dispares: victorias contundentes frente a Bolivia y Ecuador, pero también derrotas abultadas contra Brasil y Argentina. Sin embargo, el dato estadístico invita a repensar la identidad futbolística paraguaya, que se distancia de la tenencia del balón para centrarse en la eficacia ofensiva.
Con la mirada puesta en asegurar su plaza para el Mundial de 2026, Paraguay se preparará ahora para el próximo duelo ante Perú, donde buscará mantener su tendencia de altos remates y confirmar que su propuesta puede competir de igual a igual con las potencias del continente.