La creciente demanda de energía en Paraguay ha puesto en debate la necesidad de expandir la capacidad de generación más allá de las represas de Itaipú y Yacyretá. En un editorial reciente, La Nación subraya que el país debe planificar y desarrollar nuevas usinas eléctricas para atender tanto el consumo interno como las exportaciones.
Actualmente, Paraguay genera el 100% de su electricidad a partir de fuentes hidroeléctricas, pero el crecimiento industrial y urbano exige diversificar la matriz energética. Según expertos del sector, la incorporación de plantas termoeléctricas, solares o de biomasa podría optimizar la disponibilidad y estabilidad del servicio, reduciendo riesgos en años de sequía o eventos climáticos extremos.
El debate entre autoridades y analistas gira en torno a la ubicación, el tipo de tecnología y las inversiones necesarias. Crear nuevas usinas representa no solo un reto técnico y financiero, sino también una oportunidad para impulsar el desarrollo regional y generar empleo. Para avanzar en este objetivo, será clave establecer un marco regulatorio claro y promover alianzas público-privadas que atraigan capitales y experiencia internacional.