Al cortar cebolla en tu cocina se libera un gas irritante, el syn-propanethial-S-óxido, que provoca ardor en los ojos y lágrimas como mecanismo de defensa. Varios estudios explican que la enzima aliinasa, al mezclarse con compuestos azufrados al romper las células vegetales, es la responsable de este fenómeno. Sin embargo, existen técnicas sencillas para reducir el lagrimeo y aprovechar todo su sabor.
¿Por qué la cebolla nos hace llorar?
Cuando se pica la cebolla, la aliinasa y otros precursores reaccionan y forman el gas syn-propanethial-S-óxido. Al llegar a la superficie ocular, reacciona con la humedad y produce ácido sulfúrico en muy baja concentración, irritando la córnea y activando las glándulas lagrimales.
Seis trucos para cortar cebolla sin lágrimas
- Enfría la cebolla: Déjala en la heladera 30 minutos antes de cortarla para ralentizar la reacción química.
- Usa un cuchillo bien afilado: Un filo adecuado reduce el daño celular y la liberación de compuestos irritantes.
- Buena ventilación: Corta bajo la campana extractora o junto a una ventana abierta para dispersar el gas.
- Corta bajo agua: Sumergir la cebolla o cortarla con un chorro de agua ayuda a disolver el gas antes de que alcance tus ojos.
- Gafas de cocina: Unas gafas ajustadas bloquean el paso del gas y evitan el contacto con la córnea.
- Vinagre en la tabla: Rociar ligeramente la superficie de corte con vinagre inhibe parcialmente la aliinasa.
Con estos consejos, diseñados para conservar todo el aroma y sabor de la cebolla, el único líquido que veas correr en tu cocina será parte de tu receta. Más detalles en ABC Color.