Cada día en Paraguay, al menos 10 niños y niñas sufren algún tipo de abuso, una estadística alarmante que fue el eje central de la marcha anual por los derechos de la infancia. La movilización, que reunió a organizaciones sociales, familiares y sobrevivientes, reclamó al Estado mayores recursos y acciones concretas para prevenir y sancionar estos delitos. abc
Entre los pedidos principales, los manifestantes exigieron un aumento significativo del presupuesto destinado a programas de protección infantil, la creación de centros especializados de atención psicológica y jurídica, y la implementación de campañas de sensibilización en escuelas y comunidades. Asimismo, reclamaron la agilización de los procesos judiciales para garantizar que los agresores enfrenten sanciones efectivas y las víctimas reciban reparación oportuna.
Organizaciones de la sociedad civil destacaron que, pese a algunos avances legislativos, la falta de infraestructuras adecuadas y de profesionales capacitados sigue siendo un obstáculo para brindar una respuesta integral. Por ello, insistieron en fortalecer los mecanismos de denuncia y en la capacitación continua de operadores de justicia, seguridad y educación, para asegurar un abordaje multidisciplinario en cada caso de abuso infantil.