El programa Hambre Cero, lanzado por el Ministerio de Desarrollo Social de Paraguay, ha demostrado un fuerte impacto en la economía de las microempresas y de los pequeños productores agrícolas. Desde su puesta en marcha, numerosas familias rurales han visto un aumento en sus ingresos gracias al acceso a nuevos canales de comercialización y a capacitaciones especializadas.
Según un reportaje de La Nación, el plan incluye la compra directa de alimentos producidos en pequeños emprendimientos y la organización de ferias itinerantes en diferentes departamentos del país. De esta manera, los productores logran mejores precios y reducen costos de intermediación.
Además, la iniciativa contempla asistencia técnica en buenas prácticas agrícolas y asesoramiento financiero, lo que permite optimizar la calidad de los cultivos y garantizar el abastecimiento de mercados locales. El programa Hambre Cero responde al compromiso de las autoridades de promover la seguridad alimentaria y el desarrollo económico en zonas vulnerables.
Con resultados positivos hasta la fecha, el gobierno prevé expandir Hambre Cero a más comunidades durante el segundo semestre, consolidando el objetivo de reducir la pobreza rural y fortalecer la producción nacional.