La causa judicial que investiga a Gustavo Marset ha revelado que la red de lavado de dinero y sobornos que se le atribuye continúa operativa, a pesar de los recientes allanamientos y detenciones. Según la Fiscalía, esta organización habría manejado movimientos financieros en contratos estatales bajo distintos esquemas para ocultar el origen de los recursos.
Paralelamente, la esposa de Marset, Andrea G., aparece vinculada a varias empresas de fachada que, de acuerdo a la carpeta fiscal, fueron constituidas sin actividad comercial real y en momentos coincidentes con la adjudicación de licitaciones públicas. El Ministerio Público sostiene que dichas sociedades funcionaron como instrumentos para canalizar comisiones ilegales.
La complejidad del entramado, que incluye la participación de familiares y testaferros, ha llevado a los investigadores a profundizar el cruce de datos bancarios y testimonios. Se aguarda que nuevos elementos de prueba permitan desarticular por completo la estructura y determinen el alcance de las responsabilidades penales de todos los involucrados.
Fuente: Ultima Hora