En el arranque de Roland Garros 2025, celebrado en París desde finales de mayo, varios tenistas manifestaron su descontento por el constante ruido de la grada. Según La Nación, aficionados aplauden y conversan incluso durante puntos decisivos, lo que distrae a los competidores y altera el ritmo de juego.
La Dirección del torneo ya puso el tema sobre la mesa y evalúa reforzar la señalización para pedir silencio, así como aumentar la presencia de jueces de silla encargados de advertir a los espectadores. Los organizadores sostienen que, si bien la atmósfera en Roland Garros debe ser vibrante, es esencial respetar los momentos clave de los partidos para preservar la integridad deportiva.
Varios jugadores de primer nivel, entre ellos aquellos clasificados en el cuadro principal, han señalado que el ruido excesivo afecta su concentración y exige un esfuerzo adicional para mantener la intensidad. Por su parte, los fanáticos destacan que la experiencia en las gradas es parte del encanto del Grand Slam parisino, por lo que el desafío radica en encontrar un equilibrio entre pasión y respeto.
El debate continuará a lo largo de las próximas rondas, mientras la organización baraja opciones que van desde advertencias más firmes hasta posibles sanciones por comportamiento inadecuado en el estadio Philippe-Chatrier.
