La tenista estadounidense Serena Williams se retiró del circuito profesional tras una carrera marcada por 23 títulos de Grand Slam, 319 semanas como número uno del mundo y un legado imborrable en el tenis femenino. Desde su debut en 1995 hasta su última final en el US Open 2022, Williams redefinió el poderío físico y la técnica en las canchas, convirtiéndose en icono global.
Más allá de sus éxitos deportivos, Williams se transformó en una voz influyente en la defensa de la igualdad de género y la equidad salarial. En varias ocasiones denunció la brecha de premios entre torneos masculinos y femeninos, reclamando condiciones justas para sus colegas y futuras generaciones de deportistas.
En conversación con la prensa tras su último partido, Serena afirmó: “No quiero que mi legado sea solo las 23 ‘grandes’, sino también una plataforma para que las mujeres sean valoradas por igual en cualquier ámbito”. Su postura le ha valido reconocimientos fuera del deporte y la colaboración con organizaciones que promueven la inclusión y la diversidad.
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