La cantante estadounidense Taylor Swift confirmó el 24 de mayo de 2024, durante una presentación de su Eras Tour en Lisboa, que ha culminado exitosamente la larga disputa por los derechos de sus grabaciones originales. Según informó La Nación, Swift recupera el control absoluto de sus masters, un paso clave para consolidar su independencia artística y maximizar sus ingresos por streaming y licencias.
La batalla legal y contractual, que se extendió por varios años y enfrentó a la artista con su antiguo sello discográfico, concluye con Taylor Swift como dueña de la totalidad de sus grabaciones. Este triunfo no solo representa un hito en la carrera de la cantante, sino que también marca un precedente en la industria musical sobre los derechos de propiedad intelectual de los artistas.
Con esta victoria, Taylor Swift fortalece su posición como una de las figuras más influyentes del pop contemporáneo, asegurando que futuras reediciones o usos comerciales de sus álbumes cuenten con su autorización y beneficien directamente a su legado.