El gobernador de Texas, Greg Abbott, autorizó el despliegue de la Guardia Nacional en puntos estratégicos de la frontera con México para contener el reciente incremento de migrantes irregulares, según reportó La Nación. La medida busca reforzar los puestos de control y colaborar con la Patrulla Fronteriza ante las presiones por las políticas migratorias del Gobierno federal.
En paralelo, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró un toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad desde las 20:00 hasta las 05:00 horas ante las protestas generadas por las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Más de 300 inmigrantes han sido detenidos en California en las últimas jornadas, según estimó la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), informó Última Hora.
Jorge Mario Cabrera, vocero de CHIRLA, explicó que, de acuerdo a la Red de Respuesta Rápida, los arrestos se concentran principalmente en trabajadores de Los Ángeles y que muchos carecen de asesoría legal. Por su parte, Angélica Salas, directora de CHIRLA, calificó las redadas como “sin precedentes” en las tres décadas que lleva defendiendo a los inmigrantes.
El representante demócrata Jimmy Gómez denunció condiciones de hacinamiento y falta de acceso a agua y alimento para los detenidos. “Hay reportes de personas encerradas más de 24 horas a oscuras y sin el debido proceso”, dijo Gómez, que intentó sin éxito inspeccionar las instalaciones federales, destacó Última Hora.
Estos episodios forman parte del esfuerzo de la Casa Blanca por alcanzar una meta de 3.000 arrestos diarios en todo el país, lo que ha llevado también a que Texas refuerce su operatividad con tropas estatales. Ambas acciones reflejan la creciente tensión en la política migratoria de Estados Unidos y sus efectos sobre las comunidades fronterizas y urbanas.
