El 9 de junio de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió en su plataforma Truth Social la decisión de desplegar a 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles para controlar las protestas contra las redadas migratorias, asegurando que, de no haberlo hecho, la ciudad habría quedado “completamente destruida” ABC.
Según Trump, el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass minimizaron la magnitud de las manifestaciones, que comenzaron de forma pacífica pero derivaron en enfrentamientos con agentes del ICE y la policía, dejando más de 100 detenidos y daños en edificios federales en el centro de la ciudad ABC.
El mandatario calificó de “incompetente” a Newsom y reclamó que tanto él como Bass deberían darle “las gracias” por la intervención, mientras recalcaba que las imágenes de violencia y destrucción justifican la presencia militar en territorio civil.
Por su parte, la Casa Blanca y el Ejecutivo estatal han intensificado su choque tras la orden de Trump, un hecho sin precedentes en los últimos 60 años. Newsom anunció que demandará al Gobierno federal por invadir la soberanía de California, advirtiendo que esta medida sienta un peligroso precedente para cualquier otro estado.
La controversia se enmarca en un contexto de creciente tensión política por la crisis migratoria en la costa oeste, donde el presidente republicano ha reforzado su discurso de mano dura contra la inmigración irregular y amenaza con enviar tropas a otros estados si considera que las autoridades locales son “incapaces” de garantizar el orden público.
