Algunos perros muestran comportamientos de liderazgo en los paseos y encuentros en el parque. Observa si tu mascota mantiene la cabeza erguida, el pecho hacia adelante y la cola en alto: estas son señales de confianza y dominio sobre el espacio que ocupa. Además, un líder nato suele anticiparse al grupo, marcando el ritmo de la caminata y asumiendo el control de las interacciones.
Otro indicio es la forma en que se relaciona con otros caninos. Si tiende a acercarse primero, revisa a sus congéneres y define límites a través de señales corporales o vocalizaciones, puede estar ejerciendo su rol de mando. También es habitual que estos perros mantengan la distancia y desplacen a rivales potenciales para asegurar su posición en el entorno.
Para equilibrar este temperamento, es recomendable reforzar la obediencia básica y fomentar la socialización positiva. Establecer rutinas de ejercicio y sesiones de juego supervisadas contribuye a canalizar su energía sin necesariamente reprimir su carácter. Una guía detallada de estas señales y consejos prácticos está disponible en abc.
